La derrota de Boca en Rosario ante Newell’s dejó más que un resultado adverso.
La imagen de Ander Herrera abandonando el campo con signos de dolor y luego rompiendo en llanto en el banco de suplentes se convirtió en la postal de una noche negativa para el equipo de Fernando Gago.
El mediocampista español, que había ingresado en el entretiempo en reemplazo de Milton Delgado, apenas pudo estar cinco minutos en cancha antes de sentir una molestia muscular que lo obligó a retirarse por sus propios medios.
La escena, de enorme frustración, volvió a encender las alarmas en Boca: es la tercera lesión que sufre desde su llegada al club en enero de 2025 y su continuidad en el equipo comienza a estar en duda..